Los tres jóvenes ejemplares de quique fueron rescatados por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Ñuble y rehabilitados por el Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre de la Universidad de Concepción. Una vez evaluados por profesionales y preparados para su reintegración, fueron liberados en el parque Junga Peumayén.
Tres ejemplares juveniles de quique fueron devueltos a su hábitat natural por funcionarios y funcionarias del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Ñuble en el parque Junga Peumayén, comuna de Coihueco, luego que fueran encontrados por vecinos de la villa Barcelona de Chillán.
“Una vez recibida la denuncia de los vecinos del sector, nuestros/as funcionarios/as de la oficina SAG Chillán atendieron esta denuncia, trasladando los ejemplares al Centro de Rehabilitación de la Universidad de Concepción, donde fueron evaluados por profesionales, quienes determinaron que se encontraban en buen estado, además trabajaron en su proceso de rehabilitación, previo a su liberación en el sector cordillerano inmerso en la reserva de la Biósfera”, indicó el Director regional del SAG de Ñuble, Osvaldo Alcayaga Benavente.
Por su parte, la Directora del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Concepción, Dra. Paula Aravena manifestó que, “todo paciente de neonatología, todo paciente huérfano, es muy complejo de rehabilitar, puesto que no posee a sus padres para guiarlos en su formación debida como la especie a la que corresponde y además está muy propenso a tener cualquier tipo de enfermedad. Por lo tanto, después de un arduo trabajo del equipo médico y de los voluntarios del centro de rehabilitación, se pudo sacar adelante a estos tres hermanos de corta edad, mediante cuidado de neonatología y esquimniatría. Por un lado, se trabajó su remediación clínica y por otro lado, su conducta y evolución hacia la habilitación para transformarse en futuros quiques totalmente competente para la vida libre”.
El directivo del SAG agradeció el compromiso de la ciudadanía con la conservación de fauna silvestre, quienes informan sobre ejemplares heridos o que se encuentran fuera de su hábitat natural, permitiendo su rescate y reinserción o derivación a centros de rehabilitación. Además, reiteró que, en caso de avistamientos en su hábitat natural, cuando éstos no presenten alguna lesión o problema de movilidad, a no molestarlos y dejarlos que retornen de forma voluntaria a su medio natural, ya que la manipulación inadecuada y el cautiverio son un grave daño que se les provoca a estas especies.
El quique, especie protegida por la Ley de Caza, es un mustélido de cuerpo alargado con cola corta, plantígrado, con la planta de los pies desnudos y glándulas alrededor del ano que producen líquido fétido. Es de color amarillo a gris mezclado con negro. La parte inferior, las patas y la nariz son de color negro. Además, tiene una típica franja blanca que atraviesa desde la cabeza hasta el cuello.