Expertos de Chile y México realizan una investigación pionera para producir huevos con bajo contenido de colesterol, ofreciendo una opción más saludable para los consumidores preocupados por su salud.
En un esfuerzo conjunto por abordar la mejora en la salud y la nutrición, un equipo de expertos internacionales ha estado trabajando en estrecha colaboración con el Departamento de Producción Animal de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción. Encabezados por el Dr. Hernán Rodríguez Ríos, estos científicos también incluyen al Dr. Jesús Daniel Grande Cano de la Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Iztapalapa en Ciudad de México, y a la Dra. Silvia Carrillo Domínguez del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, también en Ciudad de México.
Desde hace cinco años, este equipo multidisciplinario ha estado abordando un desafío fundamental: producir huevos con bajo contenido de colesterol. Con la creciente preocupación por el papel que desempeñan los alimentos en nuestra dieta, esta investigación cobra una importancia crítica en la búsqueda de opciones más saludables para el consumo humano.
Una de las principales estrategias que han explorado estos científicos es la introducción de alimentos no convencionales en la dieta de las aves. Esto incluye la inclusión de semillas de amaranto (Amaranthus leucocarpus) y algas marinas (Gracilaria sp.) en la alimentación de las aves de corral, con la esperanza de influir en la composición nutricional de los huevos resultantes.
Los resultados preliminares de sus ensayos han sido prometedores: han logrado producir huevos de pato con niveles reducidos de colesterol, manteniendo al mismo tiempo excelentes características organolépticas. Estas mejoras no deben comprometer los estándares productivos y de seguridad alimentaria que son fundamentales en la industria avícola.
Recientemente, estos expertos se reunieron en Ciudad de México para revisar los avances, discutir los próximos pasos y colaborar en la planificación de futuros estudios. A medida que continúan avanzando en su investigación, el equipo espera no solo mejorar la salud de los consumidores al proporcionar opciones de alimentos más saludables, sino también establecer un modelo para la colaboración científica internacional en la búsqueda de soluciones innovadoras para los desafíos de salud pública.