Liderado por la Facultad de Ingeniería Agrícola UdeC, actualmente el consorcio está ejecutando 13 iniciativas en eficiencia, reutilización, calidad, información y nuevas fuentes de agua, como una planta desaladora y la recarga artificial de napas subterráneas.
El Consorcio Tecnológico del Agua COTH2O, de Corfo, que dirige el investigador de la Facultad de Ingeniería Agrícola de la Universidad de Concepción (FIAUdeC), Dr. Octavio Lagos Roa, está comenzando a mostrar los primeros avances en la mayoría de los proyectos presentados inicialmente, y que según comentó el académico, en el corto plazo se sumarán algunos más.
La iniciativa se enmarca en los Consorcios Tecnológicos Estratégicos de Corfo, y en este consorcio, que cubre la macrozona centro sur (desde la Región Metropolitana hasta Ñuble), la Universidad de Concepción y sus asociados (el INIA, UC Davis Chile, y las universidades de Chile, Bernardo O’Higgins, Diego Portales y la Pontificia Universidad Católica de Chile) presentaron un portafolio inicial de 13 proyectos. Por parte de la UdeC, la Facultad de Ingeniería Agrícola coordina un grupo que incluye a las facultades de Ciencias Ambientales, Ingeniería y Ciencias Biológicas.
El Dr. Lagos resumió que se está trabajando en implementar y escalar desarrollos tecnológicos ya probados, en el corto y mediano plazo, de manera de acortar cinco brechas en materia de gestión del agua para enfrentar el escenario de crisis hídrica: eficiencia, reutilización, calidad, información y nuevas fuentes.
“El consorcio partió a principios de año. En el primer semestre hemos abordado aspectos más administrativos, de gobernanza, de propiedad intelectual, los mecanismos para incorporar nuevas empresas e instituciones al consorcio, y hace dos meses se dio el visto bueno a la partida de este portafolio de 13 proyectos”, expuso.
Aunque añadió que “en el marco del consorcio nos hemos adjudicado otras iniciativas, que tienen relación con la transferencia tecnológica para la pequeña agricultura, específicamente con los ‘blancos’ en el área del Laja-Diguillín, que es financiado por la Comisión Nacional de Riego, donde estamos trabajando en capacitación en nuevos cultivos y tecnologías de riego; también con la CNR vamos a ejecutar un proyecto de capacitación de 200 agricultores de los valles del Maule y del Limarí, para mejorar la eficiencia del riego”.
En ese sentido, comentó que esperan sumar más iniciativas al portafolio, tanto para desarrollos tecnológicos como proyectos de transferencia tecnológica y formación de capital humano.
Desaladora
El investigador citó como ejemplo el caso de la planta desaladora que instalarán en Cobquecura, cuya tecnología fue desarrollada por el académico de la Facultad de Ingeniería UdeC, Rodrigo Bórquez Yáñez.
“La tecnología que se utiliza en esta planta desaladora es innovadora porque es una alternativa a la osmosis inversa, se conoce como nanofiltración, también opera con membranas, en que se hace pasar el agua a través de una membrana, a alta presión, y con ese proceso es posible eliminar la sal. Es una alternativa porque requiere menos energía que la osmosis inversa, que es uno de los cuellos de botella que tiene la desalación, que requiere harta energía; por eso estas soluciones también van ligadas a sistemas fotovoltaicos, para tratar de utilizar esa energía y no energía directa de la red”, explicó.
Adelantó que se va a hacer un pilotaje en Cobquecura, “en una localidad donde se agrupe un número de agricultores, donde colaboramos con Indap en capacitar a los pequeños productores en áreas como el sistema de riego o la producción de invernaderos, asociados a un uso eficiente de esta agua”.
Acotó que no se trata de una planta de gran tamaño. “La idea inicial era que esta planta va a abastecer a alrededor de 15 familias para agua potable y riego. Esta solución es bien interesante para localidades que están en la costa, donde acceder al agua potable es más difícil, producto de la sequía, además que en la zona costera normalmente existen problemas de intrusión de agua salina en los pozos cuando baja el nivel de las napas debido a la sequía”.
El Dr. Lagos destacó que “esta tecnología es fácilmente escalable. Lo que se pretende hacer, después de este pilotaje, es licenciarla a alguna empresa que quiera reproducirla”.