“Es un trabajo que viene desarrollando la Facultad a través del CDTA hace aproximadamente nueve años. Se han ejecutado distintas iniciativas a través de diversos fondos concursables para apalancar recursos, las cuales permitieron crear lazos de confianza con las comunidades e identificar las brechas en el tema de normativa e inocuidad, donde el idioma es fundamental para lograr traspasar el conocimiento”, subrayó la profesora Ocampo.
La directora del proyecto contextualizó que, “con base en las necesidades detectadas en proyectos desarrollados por el CDTA en la zona, junto con Claudia Carrasco, postulé a la Vicerrectoría de Relaciones Institucionales y Vinculación con el Medio, la idea de desarrollar los talleres con el componente intercultural dirigido a comunidades y asociaciones indígenas de la región del Biobío”.
Ocampo hizo hincapié en que el proyecto contó con el apoyo del facilitador intercultural José María Pereira, de la comunidad Butalelbún, quien actuó como puente entre los productores y el equipo UdeC, permitiendo trabajar las actividades tanto en español como en mapudungún.
La académica de Agroindustrias destacó el apoyo de los PDTI de Mulchén y Alto Biobío, del Departamento de Economía Local de la Municipalidad de Alto Biobío, de la Autoridad Sanitaria de la Región del Biobío y del Departamento de Fomento Productivo de la Municipalidad de Los Ángeles.
Además de las capacitaciones, el proyecto generó material impreso de los talleres (inocuidad, etiquetado y resolución sanitaria) con recomendaciones de buenas prácticas de manufactura y el listado de requisitos que se deben cumplir para gestionar la resolución sanitaria; así com o también el material didáctico con los puntos fundamentales establecidos por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para la inocuidad, tanto en español como en mapudungún.
ACOMPAÑAMIENTO
“La idea es seguir trabajando en torno al tema con las comunidades, en asesorías y prestación de servicios por parte del equipo UdeC, en futuros proyectos, para poder acompañarlos hasta obtener la resolución, así como implementar el etiquetado nutricional de los productos que actualmente elaboran”, planteó Ocampo.
El productor de Los Ángeles, Juan Quilodrán, quien participa en el Consejo Asesor Regional (CAR) Biobío en Inocuidad Alimentaria, de Indap, sentenció que “la inocuidad alimentaria es fundamental para nosotros, es la mejor forma de llegar con nuestros productos al consumidor final, le da un gran valor a nuestros productos”.
Asimismo, valoró la realización de estos talleres e hizo hincapié en el necesario proceso de acompañamiento de los productores para la obtención de su resolución sanitaria. “En muchas ocasiones, se avanza en este proceso, pero en determinada etapa el profesional del municipio que lo acompaña llega hasta cierto nivel y luego pasa el tiempo y se desdibuja, lo que debilita el proceso y el productor se desmotiva, entonces, ya no tiene la misma fuerza para continuar, porque implica desviarse de su foco principal, que es producir”.
Por su parte, Fernando Rioseco, coordinador del Prodesal-Indap de Los Ángeles, destacó el avance en la obtención de su resolución sanitaria que exhibe un grupo de productores de agroprocesados con los que están trabajando. “Tenemos salsas, elaboración de productos lácteos, entre otros rubros, y año a año estamos sacando, de a poco, resoluciones para nuestros productores, pero es un camino largo, son varios años de esfuerzo y de inversión que tiene que desembolsar el agricultor para desarrollar una buena sala de procesos”.