Columna de Opinión: La necesidad de innovación constante en la agroindustria

Mg. Claudia Carrasco Gutiérrez, Coordinadora Control de Gestión Centro de Desarrollo Tecnológico Agroindustrial Facultad de Ingeniería Agrícola UdeC

«Aunque algunas veces la innovación está asociada a fracasos, hay que estar dispuesto a enfrentar los riesgos, pues la innovación siempre requerirá compromiso, exigencia y pasión.»

En una nueva celebración del Día de la Innovación, conviene mirar hacia atrás y confirmar que este concepto ha ido internalizándose paulatinamente en las empresas, grandes, medianas y pequeñas, que, con distintos énfasis y recursos, han ido avanzando en la implementación de metodologías de gestión y procesos de innovación.

La innovación se ha convertido en un tema central en muchas empresas, por lo mismo, hay algunas que necesitan grandes dosis de innovación y otras, no. En la agroindustria, sin embargo, sabemos que para sobrevivir hay que innovar constantemente, principalmente en la adaptación tecnológica, en la eficiencia energética, en el uso de las materias primas para la elaboración de alimentos innovadores y en buscar métodos para hacer más eficientes los procesos productivos, dado que debemos adaptarnos a los requerimientos de clientes cada día más informados y dispuestos a aceptar nuevos y mejorados productos.

Pero el desarrollo de la innovación no solo está ocurriendo en grandes empresas, sino también a nivel de pequeños productores y tengo muchos ejemplos que vemos diariamente y que enfrentan los desafíos de los nuevos mercados, quienes, a través de la innovación, han sido capaces de dar respuesta a una problemática, transformándola en una oportunidad de desarrollo para sus emprendimientos.

Un ejemplo que me gustaría destacar, con una mirada desde el territorio, es el trabajo del desarrollo agroindustrial que han tenido dos comunidades indígenas de Alto Biobío, que, con el apoyo de fondos públicos, el deseo de crecer, la internalización de conceptos de desarrollo, de innovación y con el apoyo técnico de nuestro equipo de la Facultad Ingeniería Agrícola, han ido avanzando hacia los cambios tecnológicos que necesitan para la agregación de valor de sus productos territoriales. Mientras unos están concentrados en el desarrollo de productos de la avellana chilena, con los otros queremos implementar las condiciones de proceso tecnológico para una futura producción inocua de fraccionado de miel de condiciones únicas.

Ambas comunidades han entendido que al alero de procesos de cambio donde la innovación está presente pueden también ellos resaltar y rescatar sus procesos, pero ahora, además, cumpliendo la normativa nacional.

Lo anterior reafirma nuestro planteamiento de que la innovación puede comenzar a trabajarse en negocios emergentes también, pues el compromiso con la innovación comienza en los integrantes de la empresa o emprendimiento y en los liderazgos que la conforman, pues si se establece un diálogo adecuado al interior de la organización en todos los niveles, se trabaja en equipo y se hace sentir a los integrantes cómodos y seguros, los cambios se pueden realizar al interior de la empresa con éxito.

Aunque algunas veces la innovación está asociada a fracasos, hay que estar dispuesto a enfrentar los riesgos, pues la innovación siempre requerirá compromiso, exigencia y pasión.

Mg. Claudia Carrasco Gutiérrez
Coordinadora Control de Gestión
Centro de Desarrollo Tecnológico Agroindustrial
Facultad de Ingeniería Agrícola UdeC

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