La Dra. Paula Aravena Bustos, directora del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre de la Universidad de Concepción, resalta la importancia crítica de la vida silvestre en la regulación del clima a nivel global y enfatiza la necesidad urgente de preservar los ecosistemas.
La vida silvestre cumple un rol trascendental dentro de los ecosistemas y son esenciales para controlar y regular el clima a nivel mundial. Así lo detalla la académica y directora del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Concepción, Dra. Paula Aravena Bustos.
“La fauna silvestre tiene el rol de mantener el ecosistema, y siempre se habla del cambio climático global que está provocando cambios en las temperaturas e intensas lluvias, pero no es solamente eso. En Chile tenemos una proyección de una zona que está ya está siendo fuertemente afectada, entre Antofagasta y Bio Bío, que es el espacio que recibirá el mayor impacto del efecto del cambio climático y justamente es la zona con especies silvestres más endémicas, es decir donde existen animales que solo existen en nuestro país”, explicó la académica respecto al desequilibrio de los ecosistemas y hábitats de estos animales que ya se han visto afectados no solo por las adversidades climáticas, sino, incluso, por irresponsables acciones humanas.
“Ellos tienen la capacidad de reconstituir el medio ambiente natural que hemos perdido. O sea, es clave para que se vuelva a regenerar el bosque nativo mantener las especies que guarden semillas, porque ayudan a fertilizar, aunque hay que aclarar que esto no es un proceso rápido. El conjunto de especies del entorno natural se demora alrededor de 150, 200 años en regenerase”, indicó la Dra. Paula Aravena.
Planeta más saludable
El cambio climático y el calentamiento global, generado por las acciones del hombre ha hecho, entre otros variados impactos, que la conservación de la fauna silvestre y la biodiversidad sea un desafío.
“Aquí entra todo un ciclo que va concatenado; los reptiles, los anfibios, los roedores, las aves, mueven semillas las fertilizan y se reproducen hábitats, y los depredadores como los quiques, guiñas zorros, hacen que estos herbívoros se muevan hacia una mayor distancia y que puedan llegar con sus semillas hacia sectores más alejados y repoblar mayor territorio, y esto es importante que suceda porque estamos emitiendo demasiado dióxido de carbono al ambiente, lo que provoca el efecto invernadero y el calentamiento global”, manifestó la académica, para finalmente destacar que por el crecimiento y desarrollo humano no se puede dejar de lado la sustentabilidad.
En este sentido agregó que se debe aumentar la educación de la población. “Las bolsas plásticas siguen siendo un tema, pese a que las bolsas reutilizables tienen un acceso mucho mayor, lo mismo con el hilo curado. Cada año deben hacerse campañas para que las personas no usen el hilo curado para elevar volantines porque aún siguen usándolo y es un tremendo problema para la fauna silvestre. Los artículos plásticos que utilizamos cotidianamente en nuestras vidas, que están incluso dañando nuestra propia salud y seguimos usándolos”, precisó al tiempo que indicó que mientras este tipo de detalles vayan cambiando, se logrará llegar a un planeta más saludable. Y creo que mientras más concientización exista, (principalmente en nuestros niños), la naturaleza podrá ir dejando atrás esta crisis”, puntualizó.