Una de las últimas actividades realizadas fue un seminario llevado a cabo en la Municipalidad de Quillón, que contó con la participación de docentes de Agronomía UdeC, el alcalde de la mencionada comuna y sesenta productores cereceros.
Destacada participación tuvieron académicos y profesionales de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, en el seminario denominado Rescate y Mejoramiento de la Cereza Corazón de Paloma, quienes en conjunto con la Municipalidad de Quillón y Oficina de Desarrollo Económico Local (Odel) organizaron la actividad a la que asistieron sesenta productores cereceros de los sectores de Queime, Peñablanca, Coyanco y La Gloria, de la mencionada comuna.
La iniciativa, desarrollada a partir del convenio generado el año pasado entre el municipio y Agronomía UdeC, busca generar un programa de mejoramiento y rescate de la cereza Corazón de Paloma, razón por la que en esta oportunidad se reunieron en el salón Diego Portales de la Municipalidad de Quillón los productores cereceros, profesionales del área, el decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, Guillermo Wells Moncada; el alcalde de la Municipalidad de Quillón, Miguel Peña, la profesional de la Seremi de Agricultura, Catherine Lever y funcionarios de la Odel.
En este contexto el académico del Departamento de Producción Vegetal, Dr. Richard Bastías Ibarra, entregó datos históricos del fruto y también destacó sus beneficios para la salud humana.
“El nombre original de esta variedad es Napoleón y data del año 1600 en Europa, siendo considerado uno de los cultivares más antiguos del mundo en cereza. Con el tiempo su nombre fue cambiando y acá Chile llegó en la época de la Colonia, y no se sabe con claridad por qué se le conoce como Corazón de Paloma, ya que incluso en algunos lugares de Estados Unidos se les denomina variedad Corazón de Buey. Es una cereza que tiene la pulpa amarilla cremosa y es una fuente rica en carotenoides, que tienen niveles de carotenoides similares del durazno y poseen un alto contenido de antioxidantes”.
El académico se refirió también al trabajo que han estado desarrollando hace un año. “La caracterización de los atributos de los frutos considera análisis de firmeza y tamaño, color, nivel de azúcares y acidez, entre otros parámetros. Junto al equipo que conformamos con los ingenieros agrónomos Ignacio Urra y Constanza Mesa y el equipamiento del laboratorio de la Unidad de Fruticultura, estamos haciendo los análisis respectivos de estas cerezas bicolores, que son casi exclusivas en el mercado, y cuyo levantamiento de información es muy relevante para potenciarla como variedad de mayor valor comercial tanto en mercados internos como de exportación”.
Finalmente, el Dr. Richard Bastías ahondó en las oportunidades de mercado para esta fruta. “Aún existe la necesidad de crear nichos de cerezas bicolores y Chile exporta muy poca de estas cerezas bicolores, solo un 1%. Por lo tanto, hay un nicho para exportar y para producir estas cerezas Corazón de Paloma y de ahí entonces que este programa va a trabajar en manejo para poder mejorar las condiciones de producción, y la idea de nosotros este año es levantar nueva información que permita ir dando mayor protagonismo a este cultivar, hacer un rescate real, darle un valor agregado, ya que los productores tienen una oportunidad de poder desarrollar un producto distinto y diferenciado asociado a la comuna de Quillón y por qué no, con denominación de origen”; puntualizó el investigador.