Teniente coronel Miguel Moya asumió hace solo un mes la responsabilidad de velar por los animales que forman parte de la institución castrense.
Miguel Moya González, oriundo de Linares, decidió estudiar la carrera de Medicina Veterinaria en la Universidad de Concepción en el año 1986. 35 años después es el Jefe de Veterinaria del Ejército de Chile.
La importancia del cargo se relaciona con las misiones que el Servicio de Veterinaria desarrolla dentro del Ejército para las que tiene actualmente cerca de 400 personas distribuidas por todo Chile, que van desde Putre hasta Porvenir.
“Nuestra distribución abarca todo el territorio nacional, son oficiales, entre grados de capitán y coronel, egresados de universidades públicas y privadas; y suboficiales desde cabos a suboficiales mayores, que cubrimos las necesidades del Ejército en sus diferentes áreas de misión. Creo que somos de las instituciones a nivel nacional que hacemos un ejercicio más integral de lo que es la Medicina Veterinaria”, precisó el teniente coronel, quien agregó que las áreas que trabajan se relacionan con salud pública, inocuidad alimentaria, zoonosis, entomología, clínica y bienestar animal, entre otros rubros.
“Mi cargo tiene en sus hombros la misión de conducir y planificar el camino que seguirá la veterinaria militar en el Ejército, trabajo que desarrollamos con un equipo integrado por profesionales médico-veterinarios de la más diversa formación, con el que también estamos abocados ahora a trabajos tan diversos como el establecimiento de redes de laboratorios veterinarios, el fortalecimiento de nuestras capacidades de diagnóstico y descontaminación CBRN (químico, bacteriológico, radiactivo y nuclear), la modernización de los procedimientos de diagnóstico y terapéutica en animales y muchas otras misiones largas de enumerar. Debemos tener herramientas para proteger a nuestra gente y a nuestro personal de todo tipo de amenazas, en especial las del tipo biológico”, señaló Moya.
De acuerdo a lo explicado por el teniente coronel, se trata de un trabajo interesante en el que llevan tiempo perfeccionándose. “Hay que entender que en varios países del mundo (EE.UU., Alemania, España) los médicos veterinarios somos los encargados de las acciones directas de salud pública. Las misiones de protección de la salud del personal son lideradas por médicos veterinarios, ya que nuestra amplia formación en microbiología, química, fisiología y epidemiología, entre otras muchas áreas, nos entrega las herramientas para definir estrategias dinámicas y flexibles propias de escenarios complejos y demandantes”, agregó el exalumno UdeC.
Desde su nuevo cargo, Miguel Moya entregó un mensaje a quienes sientan interés por la carrera. “Creo que la Medicina Veterinaria es una carrera muy desafiante, porque es diversa e integral, es capaz de contribuir a la sociedad desde los más variadas ámbitos; los médicos veterinarios podemos mejorar desde la disponibilidad de proteínas hasta participar en acciones de conservación del patrimonio zoosanitario nacional, podemos contribuir a la sociedad y proteger a las personas, también podemos ser parte de procesos de cambio cultural y del mejoramiento de la calidad de vida en nuestro país. Además, es una carrera dinámica que requiere estar constantemente actualizando los conocimientos, por lo tanto, es una profesión en la que nunca terminas de estudiar”, sentenció.