Cecilia Saavedra, nueva Directora de Personal UdeC: “Me motiva la construcción de cambios”

Crédito: Dirección de Personal UdeC

Tras su paso por la Unidad Jurídica de la Dirper, a partir de este primero de marzo asume el liderazgo de la Dirección de Personal, repartición que hasta enero de 2021 fue encabezada por Patricia Echeverría, quien se acogió a retiro.

Con una amplia experiencia en materia de legislación laboral y conocimiento del ámbito del trabajo, la abogada, ex alumna UdeC y magíster en Derecho Laboral Cecilia Saavedra Valenzuela, arribó en 2018 a la Universidad de Concepción desde la Dirección del Trabajo.

Después de algunos años en la Unidad Jurídica de la Dirección de Personal, a partir de este primero de marzo asume el liderazgo de la Dirper en reemplazo de Patricia Echeverría, quien se acogió a retiro en enero de 2021.

Cuando la invitaron a ser parte del proyecto universitario, explica, y “del desafío de potenciar el área laboral en la Universidad”, afirma que aceptó “pues implica una construcción en el ámbito laboral, desde una vereda distinta. Porque la Universidad de Concepción es un empleador muy particular, porque sus relaciones con los trabajadores y trabajadoras es distinta a la que se da en otros rubros”.

“Es una institución con un largo historial de negociación colectiva, con un cuidado y beneficios para sus trabajadores que no se encuentran en un empleador tradicional”, agrega.

Inicialmente sus labores se centraron en el área de litigios, que es un aspecto muy complejo, además de aportar en la formación en materias como la prevención del acoso laboral y los riesgos psicosociales, entre otras.

Estos dos años fueron un intenso aprendizaje, precisa, “ya que coincidieron con los procesos de negociación colectiva y porque encontré similitudes en la forma de ver las relaciones laborales en las personas que lideran este proyecto universitario y que me dan el profundo convencimiento de que, a quienes lideran la Universidad, les importa la Universidad, pero, sobre todo, las personas que se desempeñan en ella e integran esta institución”.

En ese contexto se le formula la invitación a asumir la Dirección de Personal, tarea que, sin dudas, implica cambios y revisar prácticas y procedimientos universitarios. “Reconociendo y respetando los 100 años de historia y cultura organizacional de la UdeC, existe una invitación para avanzar hacia la construcción de una institución mucho mejor para toda la comunidad universitaria”, manifiesta la abogada.

Desafíos institucionales

Para la Directora, el eje de su tarea estará puesto en varios desafíos institucionales, entre ellos lo relativo a estabilidad laboral y contratación a plazo fijo, la implementación del sueldo mínimo universitario y el establecimiento de una carrera funcionaria en el contexto de un desarrollo integral de la vida laboral, elementos todos tendientes a generar una comunidad universitaria mucho más sólida, junto a proyectos específicos como el de una Universidad Saludable.

Lo relevante, precisa Cecilia Saavedra, “es que las miradas de las autoridades universitarias son coincidentes en torno a construir una Universidad profundamente respetuosa de los derechos de los trabajadores y trabajadores. Eso no se implanta, se va construyendo, paso a paso, con acciones y mensajes coherentes”.

Al respecto, subraya que iniciar su gestión en un contexto de pandemia y trabajo a distancia de gran parte del personal universitario marca la gestión de las personas. “Hay otro tema latente, que es la conciliación de tareas en el hogar, pues hay un mayor peso en las mujeres trabajadoras producto de que se ha normalizado dejar en manos de las mujeres el cuidado de los niños y el trabajo doméstico”.

Por ello, señala la abogada, un desafío de la Dirección de Personal es hacerse cargo de la situación de las mujeres y las madres trabajadoras y generar las herramientas para que esta conciliación sea posible. Asimismo, agregó, la institución universitaria debe prepararse desde ya para abordar y prevenir los efectos que habrá sobre la salud mental de los trabajadores y trabajadoras, tras tantos meses de confinamiento y virtualización, “para entregar elementos de acogida y contención cuando volvamos a la presencialidad y nos tengamos que adaptar a un nuevo cambio”.

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